Todos los eventos son únicos e inigualables, cada uno tiene eso que lo hace especial y ahora nos tocó ir hasta Brooklyn y formar parte del bautizo de Arianne, una linda pequeñita, que ahora forma parte de la familia de Dios, estuvo increíble, a la hora del baile apareció el chavo del ocho para divertir a pequeños y grande, regalaron globos, gafas, collares y sobreros, así los invitados bailaron y se divirtieron, pero tenían una sorpresa más los chinelos, a la hora de su llegada todos comenzaron a bailar al ritmo de la tradicional banda. Todos disfrutaron muchísimo de la fiesta, nosotros nos sentimos agradecidos con la familia porque nos permitieron capturar todos esos momentos especiales de su evento.