Una Boda en verano, no es fácil. La calor sofocante y el sol intenso fue nuestro enemigo del día, Sin embargo el gran amor, paciencia y sentido del humor de Alejandro y Rosa, hicieron de este dia super especial. Cuando conocimos Alejandro, un novio tipico, relajado y poco interesado. En el gran dia Alejandro super nervioso, muy entusiasmado y Rosa lo más relajada y sonriente.   Todo el evento fue risas, carcajadas y muchas emociones. Gracias a Rosa y Alejandro por hacernos participe.